Dolorosa derrota cosechada en tierras gallegas este fin de semana ante el Star Center Uni Ferrol. El Gernika Bizkaia dominó gran parte del encuentro, aunque con rentas exiguas y en el último cuarto se vino abajo ante el mayor empuje de las locales. A destacar el gran trabajo de Gisela Vega, declarándose MVP de la jornada. Un resultado que aprieta la clasificación, pero donde no hay tiempo para agachar la cabeza. Este miércoles el equipo tiene una oportunidad de resarcirse con otro duelo importante en su feudo ante el Embutidos Pajariel.
INICIO DEL DUELO
El equipo entró con buen pie al campo. Aunque en ataques inconsistentes, el Gernika Bizkaia dominaba el rebote y mantenía las rentas sin muchos problemas. El primer cuarto terminaba con un 13-20 a favor. Era inicio de partido y el equipo buscaba carburar, pero el tiro exterior no acompañaba.
El segundo cuarto mantuvo el guión del inicio. Gisela ponía el acierto en el aro contrario y las rentas, aunque cortas, seguían manteniéndose a nuestro favor. Se llegaba a las duchas y el duelo empezaba a coger un lejano pero peligroso cariz del último partido de liga.
VENTAJAS EFÍMERAS
Tras el descanso se volvió a levantar el telón con una ventaja de tres puntos. Las moradas llevaban el peso del partido, pero con una autoridad justa que no era suficiente para abrir brecha. El Uni Ferrol no perdía de vista a las visitantes y esa cercanía, provocaba pequeñas reacciones que apretaban el luminoso. El tercer cuarto se desarrolló con dos equipos cometiendo muchos errores y solo mostrando el juego que atesoran en pequeños destellos. Laura Quevedo empezó a demostrar su condición de jugadora de selección y cogió responsabilidades.
Antes de acabar el tercer cuarto el equipo el Uni Ferrol consiguió ponerse en cabeza por primera vez (46-44) en el duelo. Un parcial de 8-0 era la prueba que el Gernika no estaba en sus mejores minutos. Las gallegas empezaron a crecerse peligrosamente cuando se acercaba el cuarto decisivo.
ÚLTIMO CUARTO NEFASTO
El cuarto acto se inició con un cambio de tornas. Donde hasta el tercer cuarto fue el Uni Ferrol el que perseguía a las nuestras, ahora era el Gernika Bizkaia el que tenía que correr por detrás. Hubo momentos de amor propio con un parcial de 0-5 que hacia mantener la llama de la esperanza, (50-49) pero Maria Araujo fue la encargada de apagarlo con un triple de los que duelen. El partido espiraba y las gallegas seguían en cabeza. Gisela Vega mantuvo a las nuestras mientras pudo pero no encontró socias que la ayudaran. El tiro exterior era un recurso inexistente, y la batalla se perdía en acciones individuales. Se concedieron canastas inconcebibles y las últimas intentonas se perdieron en el tiempo. El equipo se derritió cual azucarillo en café en el peor momento posible.
Un festival de triples en los últimos instantes desató la locura local y hasta hubo tiempo de ver una falta antideportiva pitada en nuestra contra para enmarcar como error arbitral. Un 71-58 campaba en el marcador con el bocinazo final, en otro choque en la que la victoria se marchó, cuando se mantuvo en la mano durante largo tiempo.
LA OPINIÓN DE MARIO LOPEZ
El Gernika Bizkaia perdió por el empuje y las ganas que mostraron las gallegas. Una mayor creencia local en la victoria fue la clave para acertar en las jugadas decisivas y decantar la balanza a su favor. En opinión de Mario López, “la endeblez condenó al equipo. El tiro exterior fue horroroso y con esas estadísticas no se pueden ganar partidos”. El Gernika Bizkaia esta en un pequeño bache de resultados con estas dos ultimas derrotas porque según el mister gernikarra “nos falta continuidad en el juego y mentalmente no esta fuerte”. A la hora de marcar la diferencia subrayó que “nos han ganado por deseo, por tener más ganas que nosotros”. Porque el nivel del equipo hay que demostrarlo en cada choque y desde que se salta al campo hasta que se agota el segundo final; “aun teniendo una plantilla inferior, nos han dado una lección de como la ilusión y las ganas pueden decidir partidos”.
El entrenador también quiso destacar la labor desempeñada por Gisela Vega considerándola como “la única que se salvo” en otra dolorosa derrota.
